«¡Ah! Pero a cada cual le llega su hora… ¡Tengo tantas cuentas atrasadas con Volpetti! El largo encierro de mi pobre hermano Rafael; la desesperación de Grazia, su prometida; la horca en que se balanceó el cuerpo del honrado Romeldi; el descubrimiento de la conspiración del 19 de agosto… ¿Pues por qué se me ha designado para esta misión, por qué? ¡Porque saben que Volpetti… de mí… no se libra!»