26 de noviembre…
Dos días después de esta fecha toda la ciudad prorrumpe:
–¡Sí que se fue y llegó! ¡Y ahora que manifestase su fuste y enjundia porque, para hacer lo mismo que hizo aquí, bien pudo quedarse quieto aunque le hubiesen caído encima los viejos artesones de su casa!
Algunos afirmaron que Agustín no se volvería sin tasajo.
Otros sonrieron. Pero todos decían:
–¡Por lo pronto, sí que se fue; se fue y llegó!
Nótase en Serosca el aumento del pastoreo. Muchas calles huelen a majada.