Serafín cogió el billete, y, entre mil disparates y repeticiones, leyó las siguientes palabras:
«Pasaje a favor de D. Serafín Arellano, emigrado, en el bergantín Leviathan, que sale de Cádiz (España) para Hammesfert (Laponia) el día 16 de Abril de…, a las ocho de la noche.
Por el Capitán RURICO DE CÁLIX,
el Piloto,
F. Petters.»
Serafín se oprimió las sienes con las manos, creyendo que perdía el juicio.
–¡Voy al Polo! –exclamó al fin con desesperación.