"Este 23 de agosto de 1672, a punto de rendir, aunque inocente, mi alma a Dios sobre un cadalso, lego a Rosa Gryphus el único bien que me queda de todos mis bienes en este mundo, ya que los otros han sido confiscados; lego, digo, a Rosa Gryphus, tres bulbos que, en mi convicción profunda, deben dar en el mes de mayo próximo el gran tulipán negro, objeto del premio de cien mil florines ofrecido por la Sociedad de Haarlem, deseando que ella cobre esos cien mil florines en mi lugar y como mi única heredera, con la sola condición de casarse con un hombre joven de aproximadamente mi edad, que la ame y a quien ella ame, y de dar al gran tulipán negro que creará una nueva especie el nombre de Rosa Barloensis, es decir, su nombre y el mío reunidos.
¡Dios me halle en gracia y a ella en salud!
CORNELIUS VAN BAERLE."