Una noche en que estaban aquellas señoras muy familiares, conversables y benignas con don Paco, se atrevió éste á ofrecer algo que pensaba en ofrecer tiempo hacía, sin acabar de decidirse por temor de que no aceptasen su obsequio.
Desechado el temor, dijo al cabo:
–De hoy en ocho días, el 4 de Agosto, habrá grandes fiestas en este pueblo. Habrá procesión, feria, velada, función de iglesia y sermón, que predicará el padre Anselmo, contando y celebrando la vida y milagros del glorioso Santo Domingo de Guzmán, nuestro patrono y abogado en el cielo.