17 de febrero
Temo que el embajador y yo no tengamos muchos acuerdos. Es completamente insoportable. Su manera de llevar los negocios y de trabajar es tan ridícula, que no puedo dejar de oponerme a él y hasta de actuar algunas veces según mi opinión, lo cual desde luego le disgusta; hasta ha elevado una queja sobre mí a la corte, por lo que he recibido una reconvención del ministro, muy suave, pero al fin una reconvención.