–Sí –dijo Olga–, Sordini es hombre muy conocido; es uno de los funcionarios más laboriosos, y se habla mucho de él; Sortini, en cambio, se mantiene muy retirado, y casi nadie le conoce. Hace más de tres años lo vi por primera y última vez. Era con motivo de una fiesta de la Asociación de Bomberos, el tres de julio; participó también el castillo en ese acto, donando una nueva bomba hidráulica.