¿No está allí escrito que el danzante de Martínez de la Rosa propuso fuera condenado a muerte el que propusiese adición o reforma en la Constitución de Cádiz?
–Recuerdo perfectamente su pedantesco discurso del 21 de Abril, en que decía que los pueblos deben darse ellos mismos las leyes fundamentales.
–También yo tengo buena memoria –añadió D. Buenaventura–. Habló mucho de derechos imprescriptibles, y concluyó así: Se acabaron nuestras desgracias. Ya reinan las leyes…
–Que es como decir que no reinará el Rey –afirmé, tomando un polvo que D. Buenaventura me ofreció.