–Pero hombre de Dios –dijo el Secretario–, ¿cómo van a ser de diferente quinta siendo gemelos?
(…)
–Muy sencillo; el Andrés nació a las doce menos diez del día de san Silvestre. Cuando nació el Mariano ya era año nuevo.
Sin embargo, como ambos estaban inscritos en el Registro el 31 de diciembre, Andrés, «el hombre que de perfil no se le ve», tuvo que acceder a que se llevaran juntos a los dos chicos.