17 de abril. – Esta noche os doy cuenta de un caso extraordinario. ¿Cómo y por qué conductos ha llegado este romántico sainete a conocimiento de la sin par Eufrasia? No lo sé, ni ella me lo ha dicho al arrojarme a la cara el caso de Antoñita la cordonera con todos sus incidentes y perfiles. Pues sí: ayer, después de largo paréntesis en nuestra amistad, hablamos largamente.