Cita del día (30 de marzo)

Fuera de eso, la vida de Ronaldo se movía dentro de un círculo muy estrecho y rutinario porque él era un hombre de costumbres tranquilas y de temperamento frío. Pero bien: ese joven y bonachón aristócrata halló la muerte del modo más extraño e inesperado entre las diez y las once y veinte minutos de la noche del 30 de marzo de 1894.

Continuar leyendo »